Buenos espíritus que moráis en otras esferas,
en mundos invisibles que los seres humanos
percibimos, pero no podemos ver,
espíritus de cuantos habéis sufrido
penas, tribulaciones y pesares
en vuestro paso por la tierra
y ahora disfrutáis de la felicidad eterna
como premio a vuestras buenas obras,
os ruego que escuchéis mi súplica
e intercedáis por mis deseos.
Espíritus bienaventurados y misericordiosos
de cuantos sufristeis martirio y dolores
en vuestra existencia terrena:
os suplico que acojáis mi lamento,
tengáis en cuenta mi petición
y me prestéis vuestra ayuda y protección.
Os pido que desterréis de mi vida
todas las energías negativas que me rodean,
las que cierran mis caminos
cuando emprendo acciones y trabajos
que deberían ser provechosos y no se realizan,
las que hacen que mis relaciones con los demás
se deterioren, fracasen o se estanquen,
las que provocan que en vez de ser
una persona afortunada y feliz
se tuerzan las buenas rachas y hagan
que se conviertan en acciones sin fruto.
Buenos espíritus invisibles,
os ruego que atraigáis a mi vida la buena suerte,
para que mis caminos se abran plenamente
tanto en mi vida personal como en la laboral,
porque aunque yo lo intento,
no consigo quitar de mi alrededor ese velo turbio
que me impide avanzar y mejorar.
Por favor, rodeadme con vuestra luz
para que cuantas acciones yo emprenda
se realicen correctamente y me den resultados
siempre buenos, satisfactorios, positivos.
Alejad de mi vida la tristeza,
haced que mis esfuerzos sean recompensados,
procuradme golpes de buena suerte
y haced que se me abran las puertas cerradas,
para que pueda disfrutar de las buenas oportunidades,
a las que en esta vida todos tenemos derecho,
pues yo obro sin maldad ni egoísmo
y no recibo las recompensas esperadas.
También os pido ayuda
en el desarrollo de mi personalidad,
que me deis fortaleza y perseverancia,
que hagáis de mí una persona
fuerte, digna y justa.
Interceded por mi ante Dios,
no me dejéis en el olvido,
que siempre tendréis mi devoción y agradecimiento
por ayudarme y facilitar mi vida,
hasta el momento de encontrarnos
y compartir el brillo espiritual
del que vosotros ya disfrutáis en otro mundo.
Os ofrezco esta oración diaria
para la culminación de mi éxito.
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